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Flotas gigantescas de bandera extranjeras invaden nuestro Mar y saquean Calamar, Jurel y Perico

Siempre hemos sido radicales en cuestionar a Chile por su actitud coercitiva, porque a veces intenta presionar con recursos absurdos y además de rebelde cuando se trata de reconocer nuestra soberanía. Sin embargo, no podemos hacer oídos sordos en sus críticas a la inacción de las autoridades peruanas. En ese sentido no dejan de tener razón.

Como se recordará, las autoridades mapuches denunciaron en varias oportunidades la invasión de poderosos barcos asiáticos y rusos en aguas internacionales frente a las costas chilenas que navegaban y hacían faenas de transbordo y transporte de recursos marinos con total impunidad, amparados en una bandera peruana.

Los funcionarios de pesquería del país sureño aseguraban que sus pares peruanos habían abierto una puerta grande a la informalidad y depredación de recursos en estado crítico al permitir, a través de normas modificadas y/o promulgadas ex profesamente, el ingreso en aguas internacionales de inmensas fábricas flotantes que se llevaban toda la riqueza marina.

Paradójicamente, el Perú que ha sido contestatario ante cualquier declaración de Chile que mostraba su disconformidad y rechazo a la actitud complaciente de nuestras autoridades, ahora ante estas acusaciones graves, muestran un silencio absoluto y hasta cómplice. Quizá porque el sospechoso manejo de las normas se hicieron evidentes y notorias.

Felizmente aquellas acusaciones de los mapuches no fueron vanas ni cayeron en saco roto. Tiempo después, la NASA en una de sus rutinarias supervisiones satelitales en el orbe descubrió decenas de luces nocturnas, que daban la impresión de que una gran ciudad estuviera en medio del Océano Atlántico y frente a las costas de Argentina. Premunidos de estos argumentos los chilenos iniciaron un verdadero bombardeo de acusaciones contra el Perú, reclamos a los que el entonces Presidente Alan García prefirió hacer caso omiso, aun cuando poco después se logró comprobar, que en nuestra costa y en medio de la densa oscuridad de la noche, la misma iluminación invadía una inmensa área marítima evidenciando la presencia de enormes buques de pesca y fábricas flotantes, que navegaban en el mismo límite del mar de Grau.

Gobierno nacionalista.

Todos sabemos que cada inicio de un mandato gubernamental es un constante conocimiento y aprendizaje de la gestión dejada por sus antecesores. Quizá eso explique las coordinaciones de los “avivatos” politiqueros de siempre que ampliando su visión empresarial, bailaron al ritmo del “casatschok” para imponernos la presencia de enormes barcos rusos, sin importarles que depreden los recursos marinos de los peruanos, si esto conlleva a engrosar sus cuentas bancarias, sobre todo si el mandatario que representa a los casi 31 millones de peruanos, es nada menos que su hermano.

¿Quién puede imaginar una inmensa ciudad iluminada en medio del océano? Y que ello es producto de una acumulación masiva de inmensos barcos de pesca extranjeros agrupados a lo largo y ancho de los límites de las zonas económicas exclusivas de pesca y que en su mayoría se dedican a la caza del Calamar, Jurel, Perico y Atún, es decir los recursos hidrobiológicos más pescados en el planeta. Y quien podría imaginar también, que sea el Perú, el país que por un lado exige respeto a sus límites marítimos y que; sin embargo, abre sus zonas limítrofes a flotas rusas y barcos arrastreros chinos, a quienes se les entrega sin el menor escrúpulo la bandera peruana para que tengan la garantía de poder navegar con tranquilidad e impunidad en aguas internacionales.

¿Qué visión nacionalista puede tener un gobierno si lo primero que permite es la intromisión de transnacionales que imponen su inmensa flota saqueadora de mares?. Esto, por supuesto, gracias a los acuerdos negociados bajo de una mesa diplomática, donde las normas sólo son mamotretos inservibles.

Esperar que a estas alturas alguien enmiende la plana al gobierno Ollantista es muy difícil porque donde manda don dinero, no tiene lugar la razón.

 

Sul Perù Pesquero

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