El niño del Mar y la pesca de la Pota
“Lo que se hereda no se hurta”, virtuosa frase que Daniel lo ha llevado a la realidad, por que, a pesar de tener solo 13 años, navega y hasta demuestra ser habíl con las capturas de la Pota. Aunque, las imágenes alimente a los criticos o “papitas” que este pequeño no debe trabajar; sin embargo, otra es la cara de la moneda, sobre todo, sí, la cultura pesquera dejada por los antiguos sechuranos, maestros de la pesca nos devuelva a la memoria que muchos años atrás, niños con menos edad ya se relacionaban con el Mar, primero extrayendo las pieles de los lobos, luego recolectando molucos, para después pasar a la pesca a pulmón y finalmente ya adultos realizar la actividad artesanal de altura. Dani sabe que ser pescador es un oficio de alto riesgo, pero lo asume porque quizás es el único camino de sobrevivencia para él y su familia, entre tanto el Estado brilla por su ausencia.