En enero de 2025, el sur de Asia ha experimentado un persistente deterioro en la calidad del aire, particularmente en Bangladesh, Nepal, India y Pakistán. Los altos niveles de contaminación por partículas finas (PM2.5) han causado una densa neblina en grandes áreas, afectando a importantes centros urbanos como Nueva Delhi, Katmandú e Islamabad. Las condiciones atmosféricas invernales estables, junto con la topografía de la región y las emisiones locales de transporte, combustibles y quema agrícola, han exacerbado la situación.
Según el Servicio de Monitoreo Atmosférico Copernicus (CAMS), se ha registrado de forma consistente una alta concentración de PM2.5 y otros contaminantes atmosféricos, superando en muchas zonas los 100 µg/m³, lo que indica un riesgo significativo para la salud pública. Las imágenes satelitales muestran una densa capa de contaminación que cubre la Llanura Indo-Gangética y se extiende hasta los valles de los Himalayas y el centro de Nepal.
A su vez, en el sudeste asiático, la calidad del aire también ha sido un desafío importante, con Bangkok experimentando niveles peligrosos de PM2.5, lo que llevó al cierre de escuelas y la implementación de medidas para reducir las emisiones, como el transporte público gratuito. Estos episodios de contaminación evidencian la naturaleza regional de los problemas atmosféricos y sus efectos en la salud y la sociedad.
Laurence Rouil, director del CAMS, subraya que la intensidad y persistencia de estos eventos de contaminación, comunes en invierno, resaltan la importancia de un monitoreo continuo para diseñar medidas eficaces que mitiguen sus impactos en la salud pública.