SANIPES mediocre pone a conchas de abanico como trasmisor de la “muerte”

La historia se vuelve a repetir?. Hasta hoy se recuerda que en el 2008, la UE emitió una alerta sanitaria para la bahía de Sechura, luego que algunos ciudadanos españoles se contagiaron con hepatitis, después de haber consumido unos moluscos conocidos como “palabritas”, importadas desde esta zona y a pesar que la imagen de Perú, como país pesquero, quedó por los suelos, ya que se cerró el mercado para este recurso, actualmente, poco y nada se he hecho para restituirle a este bivalvo, la garantía de su consumo.

Han pasado 9 años de aquel nefasto hecho y no hemos aprendido la lección, porque a pesar que el gobierno cuenta con un organismo como el SANIPES, cuya misión es investigar, normar, supervisar y fiscalizar toda la cadena productiva para garantizar la sanidad e inocuidad pesquera y acuícola, su negligencia y mediocridad se traduce en que el mercado peruano, estaría invadido de moluscos contaminados, es decir, con conchas de abanico con contenido E. coli (contaminación fecal por sobre los límites permitidos por la legislación peruana vigente como seguros para el consumo humano).

Pues bien, en diciembre del 2016,  un pitazo de alerta advertía que algo no marchaba bien en la bahía de Sechura y es que, uno de los productores impaciente que los resultados de los muestreos de su producción de conchas de abanico, que se encontraban en el fondo de esa zona marina, no tenía cuando lleguen para que pueda sacar dichos maricos al mercado, denunció ante SANIPES la lentitud del trámite.

A principios de enero del 2017, Adrián Paredes Espinal, Sub Director de Supervisión Acuícola a través de un email, hizo conocer a toda la plana directiva del SANIPES, incluyendo a los encargados de laboratorio y a los jefes de las oficinas regionales que:

“Que existe un procedimiento que hay que cumplir a cabalidad para no generar retraso en las cosecha”.

Hasta aquí, los maricos no olían a podrido; sin embargo, a finales de febrero de este año se muestreo un polígono o mejor dicho de un cuadrante de la bahía de Parachique, del cual extrañamente no se tuvieron los resultados de acuerdo al protocolo, pero que misteriosamente recién la última semana se supo que se detectó manojos de conchas de abanico con contenido E. coli (contaminación fecal).

Como era de esperarse SANIPES, que hace rato peca de ineficiente, lejos de abordar de inmediato este problema y es que, se dice que apenas se tenga el resultado de laboratorio de carácter preliminar con indicios de contaminación fecal, el procedimiento obliga que se declare alerta esa zona, cerrándose hasta el próximo muestreo programado, actuaron negligente haciéndose los sordos, ciegos y mudos.

¿Dónde están los manojos de conchas de abanico contaminados?

Si bien es cierto, la última semana de febrero recién se tomaron las muestras y  salieron positivo con  E.coli, ¿por qué  SANIPES no evitó que esos mariscos salgan al mercado nacional?, ¿por qué irresponsablemente no las inmovilizó, eliminó y así ningún ciudadano se podría contaminar consumiéndolas?.

SANIPES siendo responsable del monitoreo, control e inocuidad de la zona de extracción de moluscos bivalvos ya que cuenta con la Dirección de Fiscalización Pesquera y Acuícola a cargo del Ing. Mateo Juárez, la Sub Dirección de Supervisión Pesquera con Adrián Paredes Espinal, la Jefatura de la Oficina Descentralizada OD- Sechura, con Antonio Wong Loli y  la Dirección Nacional de Sanidad y Normativa Pesquera Acuícola, responsable de generar la alerta con Paulo Ángeles Nano y con el ultra anti dinámico y apático Director Ejecutivo (e) y Viceministro de Pesquería Héctor Soldi Soldi, esperaron que sea el Ministro de la Producción Bruno Guiffra quien asuma la responsabilidad de tal negligencia, acción que pone en grave peligro, la salud pública de miles de peruanos, cuando son estos personajes faltos en ética, quienes están obligados a resolver dicho problema.

Ahora ¿por qué el Ministro Guiffra actúa con mano blanda, frente a este hecho irregular, ya que no solo puede acarrear numerosas muertes sino que puede ocasionar el cierre del mercado internacional para las conchas de abanico, que se cultivan en las zonas pesqueras de Parachique y Sechura.

Pensamos que así como se amenaza y se presiona con el cierre de plantas porque no cumplen con la norma sanitaría o se aplica normas de la mordaza y policiaca, también se debe aplicar una sanción penal a todos los funcionarios que se zurran en su labor y se declaran con su actitud prepotente y abusiva, enemigos del sector. ¿Acaso Produce al permitir estos hechos intenta sepultar en el rincón del olvidó, que los mariscos constituyen un alimento de elevado valor por su alto contenido en principios nutritivos al ser fuente de proteínas, vitaminas y sales minerales indispensable en la dieta diaria.

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