Portugal: La pesca puede estar reduciendo la genética de las poblaciones de peces y, por tanto, su adaptación a los cambios

Un estudio desarrollado en el Centro de Ciencias Marinas del Algarve (CCMAR) revela que las especies de peces marinos explotadas por la pesca comercial tienden a tener una menor diferenciación genética entre sus poblaciones, lo que puede influir en su capacidad de adaptación a los cambios ambientales. Los investigadores explican que uno de los factores esenciales para que las especies de peces marinos se adapten a estos cambios ambientales es su variabilidad genética, ya que cuanto mayor es la variedad de genes que se encuentran entre poblaciones, mayor es la probabilidad de que evolucionen de forma independiente y se adapten a nuevas condiciones ambientales.

Este estudio tuvo como objetivo aclarar el impacto de la pesca en la diferenciación genética de las poblaciones de peces marinos. Para ello, investigadores del Centro de Ciencias del Mar del Algarve (CCMAR) y la Universidad del Algarve analizaron la información sobre la variabilidad genética de más de 170 especies de peces marinos de todo el mundo, disponible en más de 200 artículos científicos publicados durante la última década. Los resultados de este metaanálisis indican que la pesca comercial puede estar reduciendo la diferenciación genética entre poblaciones de especies objetivo.

Miguel Gandra, investigador del CCMAR que lideró el estudio explica que “al actuar sobre poblaciones locales de una determinada especie, la pesca comercial puede llevar a una gran disminución del número de individuos de estas poblaciones, que luego son reposición por individuos de poblaciones vecinas. De esta forma, es posible que desaparezcan las adaptaciones locales y se pierda la variabilidad genética que existía localmente en estas poblaciones. A nivel de especies, estos procesos conducen a una mayor homogeneización genética”.

Por su parte, para David Abecasis, investigador de la Universidad del Algarve y CCMAR y coautor del estudio, los resultados sugieren que “la sobreexplotación de las poblaciones tiene el potencial de afectar los procesos evolutivos de las especies comerciales, por lo que es importante integrar la información sobre la diferenciación genética de las comunidades al planificar medidas para proteger, preservar y restaurar los ecosistemas marinos”.

Fuente: Ip, Industrias Pesqueras