Donald Trump despide a todos los autores del principal informe climático de EE. UU.

La administración Trump ha despedido a cientos de científicos y expertos que trabajaban en la Sexta Evaluación Nacional del Clima, cuya publicación está prevista para principios de 2028. Este informe, requerido por el Congreso, es la principal herramienta federal para comprender cómo el cambio climático afecta a la vida en EE. UU. en todos sus aspectos: salud, agricultura, economía, y más.

Los investigadores recibieron un correo electrónico en el que se les comunicaba, sin más explicaciones, que quedaban “liberados” de sus funciones. El mensaje solo indicaba que la Administración “está reevaluando el alcance del informe”, según han informado diversos medios estadounidenses.

El despido de estos expertos pone en peligro la continuidad del informe, esencial para traducir el problema global del clima en impactos locales concretos. Científicos como Meade Krosby, directora del Centro Científico de Adaptación Climática del Noroeste (Universidad de Washington), temen además que el documento sea reemplazado por otro que minimice la crisis climática, más afín a la ideología del presidente Trump y su equipo, quienes niegan los impactos del calentamiento global.

Desde el año 2000, el gobierno de EE. UU. ha publicado periódicamente análisis exhaustivos sobre cómo el aumento de las temperaturas afecta la salud humana, la agricultura, la pesca, el suministro de agua, el transporte, la producción de energía y otros sectores clave de la economía del país. La última evaluación se publicó en 2023 y es utilizada por gobiernos estatales y locales, así como por empresas privadas, para prepararse ante olas de calor, inundaciones, sequías y otros desastres relacionados con la crisis climática. Sin embargo, aunque sigue siendo útil, ya está quedando desactualizada.

Estos informes son elaborados de forma voluntaria por científicos y expertos de todo el país, y luego se someten a múltiples revisiones por parte de 14 agencias federales, además de un período de comentarios públicos. Todo el proceso es supervisado por el Programa de Investigación sobre el Cambio Global, creado por el Congreso en 1990 y respaldado por la NASA.

No obstante, Russell Vought, nombrado por Trump como director de la Oficina de Gestión y Presupuesto, ha declarado en diversas ocasiones que es necesario “reformar” el programa de investigación climática, alegando que sus informes se utilizaban como base para demandas ambientales contra el gobierno federal.

“Esto es lo más cercano que se puede llegar a la cancelación de la evaluación”, afirma Jesse Keenan, profesor en la Universidad de Tulane y coautor del último informe. “Si eliminas a todas las personas involucradas, no queda nada que avance.”

El pasado mes de febrero, los científicos ya habían presentado un borrador del próximo informe para su revisión inicial por parte de la Casa Blanca. Sin embargo, esta revisión está actualmente en pausa, y el período de comentarios entre agencias también ha sido aplazado.