Pesca industrial: prácticas sostenibles impulsan la conservación marina
La pesca es reconocida como una de las actividades económicas más importantes del país, su desarrollo se sostiene en una estricta regulación que ha propiciado que la biomasa de anchoveta se mantenga saludable durante los últimos 10 años con un promedio de 10 millones de toneladas.
Solo en la primera temporada centro-norte 2024 la biomasa observada de anchoveta fue de 9.97 millones de toneladas, un 55% superior a la cifra registrada en los mismos meses del 2023. En ese sentido, el sector pesquero continúa trabajando diversos proyectos de sostenibilidad que generen un impacto real en los ecosistemas marinos, comunidades costeras, pescadores artesanales y grupos de interés relacionados con el sector.
En esa línea, Christian Martinez – capitán de la embarcación pesquera TASA 56, comenta “En TASA venimos desarrollando proyectos que han marcado un hito dentro del sector y en general en el cuidado del medioambiente, un ejemplo claro es CUIDAMAR, un modelo de gestión pesquera sostenible que nació en el 2008 y que capacita y sensibiliza a los tripulantes en prácticas ambientales y conservación marina. Hasta la fecha hemos registrado más de 5 mil liberaciones de pesca incidental y 150 mil avistamientos. Tal ha sido su impacto que a la fecha ha sido replicado por diversas pesqueras en el Perú”, afirmó.
Otro punto importante es la sólida regulación sobre la que el sector pesquero trabaja y desarrolla sus actividades. Una regulación respetada y diseñada en base a información científica con el objetivo de preservar los recursos marinos. Por ejemplo, gracias a la ley de cuotas solo se puede pescar un máximo del 35% del total de biomasa, dejando lo restante para la alimentación y reproducción. Es importante destacar que la pesca industrial realiza sus actividades desde la milla 5 (8000 metros de la costa), dejando el primer tramo del litoral de forma exclusiva para la pesca artesanal.
En ese sentido, Alejandro Acuña Yucra – pescador artesanal de Matarani en Arequipa comenta, “Nosotros como pescadores artesanales trabajamos en armonía con la pesca industrial. Es más, Hace unos meses 40 pescadores de la zona participamos en el proyecto CUIDAMAR Artesanal de la empresa TASA. En este programa nos capacitaron sobre el cuidado de las especies marinas y nos apoyaron en nuestros procesos de habilitación sanitaria para nuestras embarcaciones” mencionó.
En última instancia, la dedicación al cuidado de las especies marinas y la responsabilidad del sector pesquero son vitales para garantizar la sostenibilidad de los recursos marinos, que representan el sustento de miles de familias en todo el país. Cada pez liberado, cada avistamiento registrado, y cada pescador capacitado reflejan un compromiso con la preservación de la anchoveta y la biodiversidad marina. Esta labor, sostenida por un enfoque científico, no solo asegura la continuidad de una actividad económica crucial, sino que también fortalece el vínculo entre las comunidades costeras y su entorno natural, garantizando un legado de prosperidad y equilibrio para las generaciones futuras.