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El doble discurso del sindicalista

directoraEn PERUPESQUERO, siempre hemos sido respetuosos de las leyes, aún cuando no hemos estado de acuerdo en muchas ocasiones con algunas de ellas, dado a que estas van contra los derechos de la clase trabajadora pesquera. Desde nuestra tribuna, hemos cuestionado normas y sustentado el porque; la Ley 26920, la Ley de Cuotas 1084, el DS 005, la Ley 30003, el DS 017 y algunos de sus reglamentos de estas leyes; incluso nos permitimos acudir hasta la Comisión de Producción del Congreso de la República, a fin de garantizar los derechos pesqueros laborales y beneficios sociales de la masa laboral.
También, fuimos tarima pública para dirigentes nacionales que lidiaron contra estas medidas y para los que estuvieron a favor; sin embargo, muchos de estos camaleones sindicalistas, fiel a su estilo, antepusieron apetitos personales y cambiaron de opinión en el transcurso de los debates, traicionando a sus agremiados. La norma más criticada públicamente fue la Ley de Cuotas Individuales de Pesca, 1084, dada por el inefable Rafael Rey Rey, durante la gestión de Alan García; de esta, se prendieron muchos dirigentes, primero, la cuestionaron y satanizaron, pidiendo su derogatoria en sendas marchas y movilizaciones a nivel nacional, para luego dar un giro de 180º y argumentar que tras sendos análisis, pudieron establecer que dicha norma favorecía la sostenibilidad del recurso, reduciéndose la capacidad extractiva de flota, mayor aún si ese “cambio radical” venia acompañado con cargos de asesorías externas. Ahhh!!!!! Aparte de camaleones, traidores.
Han pasado un sinfín de ocurrencias a favor y en contra de las diversas leyes, claro esta, mientras se maneje convenidamente, como sucede cuando decae la presencia sindical, cuando esta en juego algún arreglo por debajo de la mesa, o cuando se usa como pliego de propuestas para una posible campaña congresal; aunque, eso no llama la atención, pues ya es un patrón pesquero completamente institucionalizado.
Hace unos días, el representante ancashino ante la Central Única de Trabajadores Pesqueros, que agrupa algunos sindicatos a nivel nacional, lanzó un pedido ante el Ministerio de la Producción, a fin de que suspenda por esta temporada el DS 005 y permita que se faene desde las cinco millas, para poder concluir con los 2 millones 500 TM de cuota establecida, pues en los primeros días de pesca, sólo un 40% del recurso se encuentran en tamaño normal, mientras que el porcentaje restante mantienen un tamaño que hace imposible su extracción. Pedía además, que se les permita a los industriales pescar fuera de las 5 millas, mientras que a las naves de menor escala pescar desde las 3 millas.
Los acuerdos entre gallos y media noche, es tan fácil como lo son las peticiones; empero, resulta irónico y criticable que un dirigente, obligado a defender derechos laborales de los pescadores, salga con un argumento absurdo a defender los intereses de los oligopolios pesqueros, sabiendo que con el sólo hecho de que la flota de gran calado, ingrese a zonas de reproducción marina, puede generar un arrasamiento total del recurso.
Para poner la cereza a la torta, este mismo dirigente sale con otra cantaleta. Esta vez ya no pide el ingreso de los industriales a extraer recursos en su histórica zona de pesca, hoy usa la misma muletilla para lavarse las manos, cuando asegura que la extracción de la Anchoveta en la zona norte no es auspiciosa, comprobándose ello con la captura de este espécimen por las embarcaciones que se hicieron a la Mar y extrajeron Anchoveta juvenil, entre los 5 y 7 cm respectivamente.
Sospechosa actitud, cuando se conoce de antemano el informe del IMARPE, que indicaba que el 60% de la biomasa esta no apta para la pesca. El sindicalista, ducho en usar dobles discursos, por un lado, franelea a los industriales, sirviéndoles de puente ante el PRODUCE, (ya se gano alguito) mientras que simultáneamente nos vende la imagen de proteccionista de la especie, y no dudamos que estaría haciendo salvedad de los futuros cuestionamientos que se le vendrían encima por esta torpeza pesquera.
Si una de sus preocupaciones es la protección de la especie, el dirigente debería cuestionar al PRODUCE el haber ampliado el porcentaje de tolerancias en un 20% de ejemplares juveniles, cuando está establecido sólo el 10%, que significa que se extraerá cuatrocientos mil toneladas de juveniles (libre de sanciones y fracciones). Las cinco millas, debe mantenerse como una zona protegida e inalienable, para las flotas de cerco y de arrastre. Esperamos que se haya entendido y comprendido.

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