PERU PESQUERO con agallas para denunciar…
Buscar que se respeten normas y leyes en el Perú, es una utopía, pues sus más importantes autoridades en el sector pesquero, son genuflexos ante los intereses de poderosos grupos económicos, que se imponen con todo y ante todos. Por eso, no llama la atención que contra todo pronóstico, se mantenga en aguas del Pacifico, jurisdicción peruana, el barco factoría de 49 mil toneladas más grande que ingresó ilegalmente al país con el nombre de LAFAYETTE para luego ser cambiado a DAMANZAIHAO, esto a pesar de tener graves denuncias internacionales, haber sido sancionado por la Organización Regional de Ordenamiento Pesquero del Pacífico Sur, OROP-PS y multado por el Ministerio de la Producción, al no tener autorización para transbordo y procesamiento de recursos pesqueros, amén de brindar información falsa a esa cartera, tal y como lo mencionó en su oportunidad el Secretario General de la Organización Regional de Pesca del Pacifico Sur Gestión, SPRFMO.
Si bien es cierto, que la invasión de barcos grandes datan de años, fue en el segundo gobierno de Alan García, que el consorcio China Fishery y Pacific Andes, que al final son CFG INVESMENT y COPEINCA, iniciaron el saqueo del siglo con el Jurel, frente a costas chilenas con la fábrica flotante LAFAYETTE, al que abastecen las naves de este mismo grupo, como Pacif Hunter, Pacific Voyager, Pacific Champion y Pacific Conqueror, y aunque nos cueste aceptar que Chile tuvo razón de expulsarlo, debemos asumir que el LAFAYETTE, hasta el 2012, no estaba dentro de la lista de naves autorizadas por la OROP. Así se iniciaron los faenones en el país, con el aval del entorno del pasado gobierno nacionalista, más invasores, rusos que navegan en aguas peruanas, quizá porque los “acuerdos” entre estos con el hermanísimo Alexis Humala, fueron más allá de la potestad del mismo Ollanta Humala.
Pues bien, el pasado martes 4 de octubre del presente año, los directivos de CFG INVESMENT, invitaron a la prensa de Chimbote conocer las instalaciones del tenebroso buque madrina ex LAFAYETTE hoy DAMANZAIHAO. El objetivo era aclarar el supuesto mito popular, que en las noches la factoría deja el fondeadero para navegar y depredar la pesca, quizás por ello, los directivos y abogado de las pesqueras a la mala, quisieron convencernos que dicha nave nodriza nunca fue sancionada por trasbordo, procesamiento y capturas ilegales de peces y menos por explotación infantil.
El “sicario de los mares”.
Ahora, vallamos con lo que se intenta ocultar. El LAFAYETTE tuvo bandera Rusa luego de Mongolia y a pesar de tener antecedentes tenebrosos y ser el buque emblema de la depredación marina quería en el 2014 “formalizar” su actividad y para ello necesitaba que un país de la OROP lo acreditará. El 28 de abril el superbuque llegó a Ilo y pidió lucir nuestra bandera.
El buque con el nombre de “adopción” DAMANZAIHAO, pasó sobre cuestionamientos, las inspecciones de la Marina para obtener la nacionalidad y el 9 de julio se le otorgó nuestro pabellón. Sin embargo, saltaron hechos cuestionables y contradictorios, porque mientras la Marina certificaba que la factoría contaba con permiso de Produce, el ministerio lo negó.
La pregunta cae de madura. Si la obligación de la Marina antes de abanderar debe certificar que el buque este seguro para operar, que no contamine y que cuente autorización de Produce, ¿Entonces conociéndose todos los ilícitos del buque porqué se le otorgó la bandera peruana?. Aunque para defenderse la Marina fue contundente y dijo, “”Produce y la OROP autorizaron eso”.
Efectivamente, el 16 de julio del 2014 Produce solicitó a la OROP que el DAMANZAIHAO, ya con matrícula peruana (CO-50247-PM), se incorpore a la flota autorizada para pescar en aguas internacionales del Pacífico Sur. La comunicación oficial, reiterada el 13 de agosto, estaba firmada por Luis Fernando Castellanos, entonces Director General de Pesca y dirigida a Johanne Fischer, Secretaria Ejecutiva de la OROP.
Fischer reenvió el 27 de agosto esta solicitud a los miembros de la comisión que debían decidir autorizar o no al DAMANZAIHAO, pescar en aguas internacionales regidas por la OROP.
Solo unos días después, el DAMANZAIHAO, ya con bandera peruana, incurría en desembarcos no regulados de pesca en alta Mar por parte de sus buques arrastreros, según la propia OROP.
Ante este comportamiento, el 6 de febrero, en la Asamblea anual de la OROP celebrada en Nueva Zelanda, esta organización expulsó al buque congelador del Pacífico Sur.
En setiembre, Perú recibió la comunicación de este organismo de que el buque estaría incurriendo en transbordos no autorizados de Jurel y en noviembre, cuando atracó en Chimbote, iniciaron la investigación con los 3 inspectores de Imarpe embarcados durante la travesía.
El 2 de febrero, paralelamente a la Asamblea General de la OROP en Nueva Zelanda, Produce emitió la primera resolución (R.D. 263-2015-DGS/PRODUCE) con la que multa al buque con la sanción de 677.69 UITs (S/. 2.6 millones aprox.), la más alta impuesta a una embarcación extranjera, para luego venir otras dos, que en total hacienden a un aproximado de 20 millones de soles.
Y el 10 de febrero, fruto de la inclusión del buque en la lista negra de la OROP, Produce revocó su autorización para faenar con un oficio (N° 423-2015-PRODUCE/DGCHD).
Vuelve a violar la Ley.
Cabría preguntar ¿por qué, los directivos y el abogado Jamanca mintieron al asegurar que este buque congelador, denominado internacionalmente el “sicario de los mares” no tiene sanción alguna?, peor aún, que la prensa en su breve recorrido en esta nave factoría, descubrió las grandes deficiencias que padece, como no contar con equipos de seguridad, servicios higiénicos adecuados, además nunca mostraron sus platas de tratamiento de residuos sólidos, siendo lo más grave y cuestionable que el nombre, matrícula y puerto de origen fue pintado con una simple pintura, cuando la Ley exige que debe estar debidamente identificado en alto relieve, por lo tanto, el DAMANZAIHAO que no cuenta con permiso de pesca, sigue siendo pirata, correspondiéndole una multa de inmediato, así como una ejemplar sanción para Capitanía de Chimbote y Dirección General de Supervisión y Fiscalización de Produce, que inexplicablemente ante los chinos se hacen los muertitos y no fiscalizan, dejando al puerto chimbotero como una ciudad de bandidos y filibusteros.
Continuará en PERUPESQUERO impreso.
