PERU PESQUERO con agallas para denunciar…
La drástica reducción o colapso del stock de Anchoveta en el Mar peruano, se debe a la sobre pesca, pesca negra, pesca de juveniles por ampliación de temporada, la falta de ordenamiento, la corrupción existente y adicionalmente, la falta de conocimiento, inducida por los aspectos fenomenológicos de nuestro Mar, las faenas de pesca ilegal de flotas extranjeras, la impunidad en servicios de atraque y mantenimiento de estas naves, hechos que significan una peligrosa “bomba de tiempo” social, económica y política para los próximos gobiernos.
Con humildad sincera y sin pretensiones de “historiador científico”, ni afanes de contradecir a las “autoridades en la materia”, entre ellos doctores en ciencias del Mar y en bibliografía, opinólogos de toda laya; tan vulgares en sus conceptos y tan groseros en exacerbar la pesca de la Anchoveta, argumentando que, ante el calentamientos de las aguas, esta se profundiza o se va para Chile y es pescada por la flota de dicho país.
Por tanto; prescindiendo de mis palabras, verso el Evangelio, en el libro del Eclesiástico 1. 9.- ¿Qué es lo que fue? Lo mismo que será. ¿Qué es lo que ha sido hecho?. Lo mismo que se hará; y nada hay nuevo debajo del sol.10. ¿Hay algo de que se pueda decir; He aquí esto es nuevo?. Ya fue en los siglos que nos han precedido.
El anuncio de la crisis y las falacias del IMARPE
El pasado 3 de octubre del presente año, Imarpe, organismo de investigación del Estado peruano, encargado de proveer información para el uso sostenible de los recursos marinos y continentales, tras 60 días de prospección de la Anchoveta recomendó mantener suspendida su pesca en la zona norte y centro, debido a que los resultados de su investigación, arrojaban una biomasa de 1.400.000 TM., ello, por el arribó de una “onda Kelvin” al borde de nuestras costas. Indicaba también, que el stock estaba por debajo de los registros de los últimos años y que era comparable a la crisis de 1972, la misma que tardó 15 años para lograr su recuperación.
La información suministrada por Imarpe es falsa y carente de rigor científico. La crisis pesquera de 1972, se debió en primer lugar a la sobre pesca, en los años 1970 y 1971, la industria extrajo 13 y 11 millones de TM respectivamente; hechos que coincidieron con la presencia de “EL NIÑO” de largo plazo y que se prolongó hasta los años 1982-1983, en que tuvimos la presencia de un nuevo evento; los bajos stock de Anchoveta de 1972, aunados a la presencia de aguas cálidas facilitaron el ingreso a nuestras costas de otras especies de “reemplazamiento”, tales como Sardina, Jurel, Caballa, que fue pronosticada un año antes por los biólogos japoneses.
De la misma manera y consultado el documento: “El Fenómeno El Niño 1997-1998, Memoria, Retos y Soluciones, Volumen V: Perú; las afirmaciones de Imarpe sobre el ingreso de la supuesta onda Kelvin en nuestras costas, es totalmente falso, no hay tal onda Kelvin en nuestro Mar, la última onda Kelvin que ingresó a las costas peruanas fue en 1997 – 1998, lo que si tenemos en nuestras costas, según lo expone el experto Carlos Bastiand Granados; son pequeños núcleos de puntos calientes, que se originan por el “vulcanismo” submarino que se encuentran dentro y fuera de las 200 millas, como lo demuestran las imágenes satelitales.
El fenómeno “EL NIÑO” en la historia y las excusas de la ciencia
Durante el siglo XX se presentaron 22 episodios de “EL NIÑO”, siendo los mismos cada vez más recurrentes e intensos. Los eventos ocurridos en 1982-1983 y 1997-1998 fueron calificados de extraordinarios desde el punto de vista de la magnitud de las alteraciones y por las secuelas de problemas sociales y económicos en los países que rebasan la capacidad de respuesta de los gobiernos. A pesar de que la tecnología disponible permitió conocer con antelación la llegada del fenómeno y emprender obras y acciones de prevención por parte de algunos gobiernos en la región andina, los daños al acervo y las pérdidas de producción generadas por el NIÑO 1997-1998, fueron estimadas en 7.500 millones de dólares (sin considerar los daños intangibles) y sus efectos en rehabilitación y reconstrucción de las condiciones preexistentes.
La presencia milenaria de la Anchoveta en el Mar peruano
En la inmemorialidad del tiempo y antes de que los antiguos peruanos se asentaran en comunidades agrícolas y ganaderas, dependía para su existencia y alimentación de la caza y de la pesca; es así, que en este maravilloso universo íctico natural, “la Anchoveta” ha coexistido con miles de especies coetáneas por miles de años, como sustento nutricional y alimentario, en fantástico equilibrio y sostenibilidad ecosistémica; tanto así, que ni el fenómeno identificado primero por la sabiduría de hombres comunes y corrientes y luego por la “ciencia” como EL NIÑO, ni otras anomalías térmicas como las ONDAS KELVIN pusieron en riesgo su sustentabilidad. De la misma manera y en este maravilloso encadenamiento milenario de vida, teníamos la presencia de las “aves guaneras”, hoy al borde de la extinción, como garantes de una riqueza inacabable, antes del advenimiento de la industria reductora allá por los años de 1960 a través de sus deyecciones acumuladas en miles de años en las 21 islas y 11 puntas existentes a lo largo del litoral, formando montañas de 70 a 80 metros de altura, dando lugar al primer “boom” económico a comienzos de la República. Por estas razones, ningún peruano puede olvidar esta divina benevolencia, menos tienen el derecho por mezquindad mercantilista o miopía a sacrificar nuestra biodiversidad, tampoco el futuro de los que vendrán.
La vanagloria como primer país harinero del planeta y la paradoja de la abundancia y la miseria
En los últimos 60 años de pesca industrial peruana, nadie en su sano juicio podrá negar, que la vanagloria, mezquindad, miopía mercantilista y la corrupción por la ganancia rápida y fácil, han sido el péndulo de la tragedia de que “la superabundancia genera miseria”; nos hemos ufanado de ser “el primer productor de harina de pescado en el mundo”, ante la vista y paciencia de una administración gubernamental, que sólo ha tenido ojos para mirar “la Anchoveta”, descuidando a otros sectores, en especial la pesca artesanal y el consumo de la población y la acuicultura.
Es así, que dentro de este marco de vanagloria y mezquindad, ni a la industria, ni a los gobiernos de los últimos 60 años, jamás les ha interesado la sostenibilidad del recurso, menos actuar con honestidad ante el país, aquí nadie ha dicho, que esta industria que se inició en el año 1956 con una pesca de 15 mil toneladas de Anchoveta y que alcanzó en 1962 una extracción de 1´120,796 toneladas, a partir de entonces mandó construir una flota gigante de más de 2 mil embarcaciones y con lo cual se generó sobrepesca indiscriminada de hasta 11 y 13 millones de toneladas durante los años 1970-1971 y altos volúmenes de harina que incidieron negativamente en los precios de la harina de pescado que se ofertaba al mercado externo. La primera incidencia negativa de carácter financiero que se generaría en la industria a partir de 1965, serían las cuatro consolidaciones financieras con el Banco Industrial y la banca privada, las mismas que concluirían con la quiebra de las ex empresas pesqueras al ocurrir El NIÑO de 1972-1973 y que coincidiera con la estatización de la industria.
No obstante, la crisis de 1972 generada por la sobre pesca y El Niño, que terminaron colapsando a la Anchoveta, sería el Estado a través de PESCA PERU, los que soportaron la recuperación de la especie, la misma que se dio a plenitud a partir de la década de los 90. La corrupción durante la dictadura fujimorista y los siguientes gobiernos que lo sucedieron, darían origen por la venta y tráfico de licencias de pesca y operación, la aparición de una flota sobredimensionada de más de 3 mil E/P con una capacidad de bodega superior a las 300 mil TM de capacidad de bodega y una capacidad de reducción de más de 12 mil TM/Hora, suficientes para acabar con la Anchoveta existente en el Mar peruano en un lapso de 25 días; tampoco se ha dicho, que en estos 60 años se han extraído más de 500 millones de TM.
La lectura del segundo escenario de crisis (2014) y sus responsables
Los grandes responsables son Imarpe y Produce post Triveño, quienes a pesar de la gravísima denuncia por corrupción y depredación, hecha por el Presidente Ollanta Humala, poco o casi nada les ha importado la sostenibilidad del recurso, peor aún si tenemos en cuenta, el irresponsable informe del Olaya-2012 y el informe de prospección el 3 de octubre y que de ratificarse los resultados señalados líneas arriba por la “eureka” que se mantiene en reserva, no habrá “segunda temporada” propiciando un costo social y económico demasiado alto, para la industria, los trabajadores y el país.
La SNP, la industria y sus voceros, han actuado a sabiendas del impacto del fenómeno oceanográfico, han presionado con inocultable torpeza por más pesca, con lobbies incluido, exigiendo ampliación de temporada e incurriendo en la negligencia de pesca de juveniles, aquí se evidencia una gravísima responsabilidad compartida, que nadie puede negar, hay empresas, no todas, que ordenan a sus embarcaciones industriales y de menor escala a ingresar dentro de las cinco millas, coludidos con malos funcionarios que borran las evidencias satelitales, boliches que parecen “mantas gigantes”, esas mallas son asesinas para una biomasa golpeada ya en exceso. ¿Se puede ser cínico al negar las miles de toneladas de descarte de juveniles, que son arrojados de vuelta al Mar?, eso nadie lo sabe, así de simple, pero es una verdad del tamaño del Mar peruano; de la misma manera, la verdad de la pesca negra que camina oculta por los registros de Sunat y Aduanas por las ventas de harina y aceite de pescado, la corrupción campea en nuestro Mar y fuera de él, hay embarcaciones que entran a puerto y salen sin zarpe, el control marítimo no existe, es tierra de nadie, todo se negocia. Es verdad que las variables climatológicas impactan en muchas especies y no sólo en el proceso reproductivo de la Anchoveta, en el norte del país, la Pota se presenta muy pequeña y los escasos cardúmenes de Jurel, Caballa y otras no han llegado, ni siquiera a su primera reproducción y eso lo vemos en las diarias incautaciones que algunos inspectores realizan y son publicadas por algunos medios periodísticos.
Flotas extranjeras arrasan riquezas del Mar peruano
Recientemente Humberto Speziani, asesor de la alta dirección de la empresa TASA, en tono de denuncia ha solicitado que se les deje pescar la Pota; esto ante la presencia flagrante de una gran flota pesquera potera, de arrastre asiáticas y europeas, que faenan fuera y dentro de nuestras 200 millas. Es verdad, que nuestro Mar tiene una dimensión que supera los 800 mil Km2, lo cual no constituye ninguna excusa, para que no exista ningún tipo de vigilancia por parte de la Marina de Guerra y se permita faenas de pesca de manera ilegal y casi delincuencial, por flotas que son reconocidas como depredadoras de los océanos. En estos casos, las autoridades de Imarpe y Produce se hacen de la vista gorda, aquí no sólo hay falta de vigilancia de parte de fragatas patrulleras de la Marina, también hay colusión de malos funcionarios que hacen caso omiso de la información satelital, nuestro Mar por las noches parece una ciudad flotante y encima se permite con total impunidad permisos de atraque y de servicios de mantenimiento a naves pesqueras de gran calado y que se sirven de buques madrina o nodrizas para hacer transbordos de pesca realizada dentro aguas jurisdiccionales; para nadie es un secreto por ejemplo, de que la empresa china CFG Investment , ex COPEINCA, en la actualidad con graves problemas financieros, se encuentren faenando dentro de nuestras 200 millas. Sencillamente, el Mar peruano está plagado de corrupción.
Antonio Ramírez C.
