El tiempo y la bravura del Mar, �nos dio la razón. Los �anómalos y fuertes oleajes desatados en todo el litoral pesquero, días atrás no sólo originaron la destrucción de decenas de embarcaciones artesanales y su varazón, también han provocado inundaciones en viviendas �cercanas a las zonas costeras y en Chimbote lo que PERUPESQUERO anticipadamente pronostico en reiteradas denuncias periodística sucedió, �porque el vapuleado emisor submarino APROFERROL no soportó la fuerza marina y colapsó.
Como es de manejo público, las obras de tendido de tubos en el Mar se lograron en un 100%; �empero, se dieron sin contar con el control, monitoreo técnico y ambiental, pero además sin tener de primer orden �la autorización de uso de áreas acuáticas, y si hablamos de su infraestructura, ha simple vista el emisor submarino demostraba serias y cuestionables falencias, que ahora se han desbordado en lastres rotos y tubería golpeada por la adversidad de la fuerza marina.
Es importante anotar, que el proyecto APROFERROL tras sufrir serios daños, debido no sólo a que los esparragos al no tener una contratuerca y no estar a la medida de acuerdo al hueco del lastre (los huecos son de 5 octavos y los que han puesto son de media pulgada, por lo tanto hay una luz) terminaron flojos y muchos rotos, además que las medias lunas de los lastres que deberían estar selladas y llevar en medio un jebe, están abiertos en un espacio de dos pulgadas y media, convirtiéndolos en frágiles frente a la inclemencia del Mar. Pero esto no queda allí, porque la empresa P&B CONTRATISTA, que estuvo a cargo de estos trabajos y a quien se le debe de responsabilizar por estos nefastos resultados, ni siquiera se ha tomado el tiempo de ir a solucionar dichos problemas, por lo que los funcionarios de APROFERROL, se han visto obligados a contratar a la empresa CHIMU INCO, la misma que al ser inexperta en esta materia, dejó los lastres expuestos a la superficie, obviando que lo primero que debió de hacer es enterrarlos en la zona de playa, así mismo que su falta de técnica se resaltó cuando no ajustaron correctamente las tuercas.
Vale precisar, que en la zona de la orilla de la playa existe material de piedra chancada, que demuestra que los lastres han sido destruidos por los fuertes oleajes, ratificando que la calidad de estos es inconsistente y no representan garantía alguna frente a la fuerza y bravura del Mar. Si tan sólo estos fuertes oleajes hicieron que el emisor submarino quede paralizado, ¿Qué pasaría si uno de estos días, que no queremos que suceda se produce un maretazo de gran intensidad, de seguro que se destruye completamente el proyecto APROFERROL, originado el vertimiento de los residuos sólidos de la gran industria pesquera en toda la bahía, no olvidemos que el año pasado en todo el litoral se dieron más de 10 materazos.
Foto: Lastres destruidos expuestos a la duperficie